¡LAS MONTAÑAS SON FABULOSAS!
Sucedió en la Veggiworld de Dusseldorf. Carmen y yo entramos muy temprano en el pabellón de la feria y unos pasos más adelante habíamos entablado conversación con el propietario de un hotel, el „Naturhotel Lechllife.
Nos habló de las montañas de Reutte, en el Tirol, de la cocina vegana de su hotel, de las posibilidades de senderismo en la región y de una sala de yoga para grupos.
De repente caí en la cuenta de que tomando el teleférico cercano era posible caminar hasta elValle de Tannheim, el refugio Gimpel y el Rote Flüh, todos ellos lugares que conocía de mi infancia.
Habíamos tomado una decisión. Yoga y senderismo se fundieron en nuestra mente. Carmen estaba entusiasmada. Nuestra próxima meta estaba clara.
De una idea surgió un plan que acabó convirtiéndose en una hermosa realidad y en una aventura.
Seis mujeres más se apuntaron a la excursión.
El primer día subimos al Gehrenjoch. El Valle del Lech se extendía a nuestros pies y al frente el Gehrenalpe y el pico Gehre. Era un día muy caluroso de principio de verano ylas flores alpinas resplandecían en los prados.
My innermost goes through the silence of nature.
Cuando camino soy consciente de las veces que me pierdo en mi propia razón, enpensar en voz alta o en el parloteo interior.
Solo el camino me trae de nuevo a mí misma - y especialmente el ascenso- ya que ahí me concentro nada más que en mi propia respiración, como en el yoga. Y bajo las imponentes cumbres dirijo toda mi atencióna mi cuerpo. Las piernas saben por sí solas dónde tienen que pisar y qué piedra aguantará mi peso.
Mi cuerpo había aprendido a sobrevivir en tiempos difíciles pero ahora yo le susurraba que viviera con toda la intensidad, hasta la médula. Era una sensación maravillosa.
Regresamos tras un descanso en Gehrenalpe y esperamos con expectación la primera clase de yoga con Boris.
That was one day or day one.
El segundo día íbamos más calladas porque el ascenso era más largo. Nuestra meta era el Schneetalalpe, después de pasar por un sendero de montaña en dirección al refugio Gimpel. Desde allí se ve el lago Halden, en el valle deTannheim. Por este valle transcurre la “Vía Salina”, una antigua ruta de la sal.
Algunas del grupo hacían trekking por primera vez y otras guardaban un mal recuerdo de la infancia, pero “becoming a beginner again keeps you young”. Y feliz. Era una nueva vieja experiencia y una sensación maravillosa.
Y por la tarde, yoga con Boris otra vez.
Susann lo expresó de forma certera: “ con Boris nos ha tocado la lotería “
Su “OM” nos abría los corazones desde el primer tono. Las vibraciones en la sala eran palpables- y siguen vibrando en mí-cuando, después de un ejercicio, decía: “make a pillow with your hands and relax…”. Era fabuloso.
El dueño del hotel, Manfred Kühbacher, tuvo al día siguiente la genial idea de recomendarnos una sesión de yoga en el Frauensee, a cinco kilómetros del hotel. Este lago es un antiguo lugar de culto celta, tiene 40 metros de profundidad y una temperatura agradable. Es decir,” un lugar de poder”.
Carmen me preguntó entonces cómo se reconoce un lugar de poder. La verdad es que yo tampoco estaba muy segura pero la respuesta me salió sin pensarlo :„ cuando sales de allí, tienes una sensación de plenitud“. Y exactamente así fue.
Esta clase de yoga en una pradera de flores, a la orilla del lago y la montaña sobre nosotras fue sensacional, y la tengo grabada para siempre en el corazón.
„ Una gran belleza eterna recorre el mundo„
Rainer Maria Rilke
Ese mismo día subimos en teleférico desde Grän hasta FüssenerJöchle y luego caminando hasta Schartschrofen. Christiane, Carmen y yo llegamos hasta la cumbre. En las cimas de los Alpes hay cruces de las que cuelga una cajita metálica para guardar el libro de la cima y donde la gente puede escribir su nombre. En los Andes o en los Pirineos no existe esto.
When you go over rocks keep your mind relaxed.
Aunque no era una cumbre realmente alta, por un instante notamos sin embargo que es posible superarse a sí mismo y, al mismo tiempo, percibir algo que es más grande que nosotros mismos. Es una sensación maravillosa.
Mi agradecimiento a Susann, Christiane, Sandra, Katrin, Bettina y Karin.
Y por supuesto a Carmen, porque ir con ella es ir a la montaña con la alegría en persona.
Muchas gracias a todas por estos días espléndidos en Austria.
And next time?
We’ll share the shelter….(de: „Is this love“, de Bob Marley)